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Ariana Sánchez y Paula Josemaría van rumbo a destrozar el récord de títulos en una misma temporada de World Padel Tour. Tendrán cinco oportunidades de conseguir su corona número trece
Evidentemente, la dupla conformada por Ari Sánchez y ‘Dinamita’ Josemaría se ha transformado en un equipo de antología. Van rumbo a cumplir su tercera temporada como pareja y, como el buen vino, van mejorando con el tiempo. Les tocó vivir a la sombra de Gemma Triay y Alejandra Salazar durante casi dos temporadas. Pero desde hace meses son las dueñas absolutas del circuito. En silencio, con perseverancia, luego de rupturas que las dejaron a la deriva, construyeron un equipo sólido y eficaz.
ESTO ES: ‘ELLAS EN LA PISTA’. CAPÍTULO 20. El resumen de lo más destacado del tenis y el pádel femenino de las últimas dos semanasLa semana anterior en Alemania, las número uno se impusieron con el temperamento que las caracteriza y se quedaron con su título número 12 de este 2023. Hasta el momento se llevan disputados 19 torneos y ellas se ausentaron en un par. Es decir que triunfaron una docena de veces en los 17 campeonatos que disputaron. Un número estratosférico. Que iguala la marca que ostentan Gemma Triay y Ale Salazar el año anterior. Ari y Paula todavía tienen seis paradas por delante para romper esa cifra.
Amsterdam, Santander, Menorca, Malmo y México aparecen en el horizonte. Y si eventualmente no se diera, todavía les resta el Máster de Barcelona, al cual ya están ampliamente clasificadas.
¿Cuáles son los secretos de este binomio? Para mi hay dos puntos que hacen a que ambas se complementen tan bien. Dejando de lado la parte técnica y la calidad que poseen. Eso es bastante obvio. Ari aporta la magia y la paciencia, Paula su potencia y su atrevimiento.
El primer punto es que son una dupla joven. Dos jugadoras que no superan los 25 años de edad. Parece algo trivial, pero no lo es en el padel actual. En el cual las nuevas generaciones vienen empujando con fuerza y desplazando a las grandes figuras de otros tiempos. La competencia es cada vez más dura y sólo sobreviven quienes entienden las exigencias.
El segundo punto es su perfil bajo. Son cero polémicas. Se encontraron sin buscarse. Allá por finales de la temporada 2020, Paula Josemaría había terminado en bajo nivel luego de su rompimiento con Marta Marrero. Su unió de emergencia con Bea González y su figura estaba deslucida. En la misma época, Ale Salazar se alejó de Ari Sánchez para armar una dupla más experimentada con Triay.
La oriunda de Reus y la de Extremadura se unieron con mucha convicción, pero sabiendo el proceso iba a tener vaivenes en el medio. Los hubo, aunque nunca dudaron en seguir con un proyecto que hoy le saca enormes ventajas al resto. Porque en un contexto de constantes cambios de pareja, las número uno ya purgaron la etapa de solidificación y ahora buscan rivales que puedan estar a su altura.
El número trece va a llegar más temprano que tarde. Eso es está claro. La verdadera apuesta es saber donde se va a detener la cuenta.
Una cuestión de actitud
María Sákkari pasó de derrumbarse en conferencia de prensa, luego de su derrota en primera ronda del US Open, a ganar su segundo título como profesional. Lo hizo en el W1000 de Guadalajara, el mismo escenario en el cual había pedido la final del 2022. La griega había declarado en Nueva York que estaba sufriendo en la cancha de tenis, que no se sentía cómoda y que tal vez lo mejor era tomarse un receso para aclarar su mente. Su renacer le llevó apenas un par de semanas. Se dedicó a disfrutar, se apoyó en sus admiradores y calló las voces de quienes la veían como una jugadora que ya había tocado su techo.
La tenista helénica no es una improvisada del circuito. Todo lo contrario. Llegó a ser número tres del mundo, conoce lo que es jugar semifinales en París y Nueva York, y su apellido en relevante en cualquier escenario. Pero además es de ese tipo de jugadoras que cae bien por su simpatía. Es respetuosa con sus oponentes y nunca pone excusas a la hora de analizar sus derrotas. Su fuerte, más allá de lo técnico de sus golpes, está en la parte física. Su debilidad, son sus propios fantasmas, que muchas veces la llevaron a tener pesadillas de las más terribles.
María viene de una familia con tradición en el tenis. Su madre también fue profesional, aunque no con éxito que ella está marcando. A sus 28 años está en plenitud y justamente eso lo que la suele traicionar. La autoexigencia y las malas lenguas que la quieren hacer caminar por espacios que aun está terminando de explorar.
Lo que le sucedió en el US Open no es nuevo, no fue aislado. María tiene esos “arranques” que la hacen estallar. Muchas veces los manifiesta dentro de la cancha, como sucede con varias de sus colegas, cuando pierde la brújula mira a su box y empiezan los reproches. Ella misma contó en la primera temporada de ‘Break Point’ que luego de perder la final de Indian Wells 2022 a manos de Iga Swiatek, se fue “vacaciones” a una isla y le dijo a su coach que se retiraba del tenis. Una semana después, lo llamó para decirle que el lunes volvía a practicar.
Esta vez la idea de dejarlo todo se curó con lo que más necesita un deportista de alta competencia. Si uno está dispuesto a seguir, tiene que hacerlo con la mejor actitud. Menos de un mes después de aquel fatídico 28 de agosto, Sákkari jugó un torneo sin fisuras en México, no cedió sets y alzó el trofeo de campeona.
En la tribuna, como espectadora de lujo, estuvo Gabriela Sabatini. A quien la griega le dedicó un par de palabras de su discurso de campeona por su apoyo a lo largo de toda la semana. Justamente una que supo mucho de presiones a lo largo de su trayectoria como tenista, que se comió muchos “sapos” por las comparaciones odiosas con Graf y que se fue un día de las canchas silbando bajito.
A María y Gabriela las une más que una raqueta de tenis. Son el fiel reflejo de como catalizar las críticas, los problemas y los dolores. No está mal que muchas veces te ganen, porque es parte del proceso de aprender a convivir con esas vicisitudes, transformarlas y hacerlas parecer algo bonito.
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Santiago querido
Se vienen los Juegos Panamericanos de Chile 2023. Certamen que dentro del calendario tenístico puede aparecer perdido, sin demasiada relevancia y que pasa por alto. Sin embargo, más allá de no otorgar puntación oficial, se trata de una escala clasificatoria para los Juegos Olímpicos de París 2024. La capitana Mercedes Paz viajará con una delegación de cuatro tenistas de gran presente y van con ilusión de colgarse una medalla.
En la nómina albicelestes aparecen tres jóvenes de carrera ascendente y con mucho roce en torneos ITF. María Lourdes Carlé (151°), Julia Riera (160°) y Martina Capurro Taborda (202°). A ellas se le suma la junior Luciana Moyano. Quien obtuvo su boleto a los Panamericanos en los Juegos Juveniles de Cali 2021.
El tenis argentino siempre es candidato dentro del continente americano y hay mucha ilusión en el campamento nacional. Las chicas viajarán en la próxima semana para ser parte del certamen que comenzará el 23 de octubre y se extenderá hasta el 29 del mismo mes. Además del cuadro de singles, también estará la posibilidad de presentar una pareja para el dobles.
Las ganadoras de las medallas de oro y plata, tendrán casi garantizada su participación en Parías 2024. Lo cierto es que la presea no les dará el acceso directo, pero sí las dejará muy cerca. Luego de cumplir con ese objetivo, tendrán que mantenerse dentro de las 400 mejores del ranking hasta un mes antes de la cita olímpica y esperar que Argentina no sobrepase el cupo máximo de cuatro representantes en el torneo. Algo que difícilmente suceda.
Hay equipo, hay material, hay ilusión.
1️⃣2️⃣3️⃣Contando los porotos
Quedan pocos torneos en juego en la temporada 2023, tanto en el pádel como en el tenis. En ambos casos, las mejoras jugadoras del mundo luchan por clasificarse al Máster Final, el evento que reúne a las ocho duplas y a las ocho singlistas que más puntos sumaron a lo largo del año calendario. Va el repaso de como viene la mano en cada caso
Ariana Sánchez y Paula Josemaría lideran con 16720 puntos cada una. Gemma Triay está tercera con 12540 unidades. El cuarto escalafón es para Bea González con 9220 puntos. Delfi Brea es quinta con 8900 puntos. Marta Ortega tiene 8810 unidades siendo la sexta. Séptima es Ale Salazar con 8760. Luego vienen Virginia Riera y Tamara Icardo, ambas con el mismo puntaje de 7037. Sofía Araújo cierra el top-ten con 5375. Muy cerca Claudia Jensen, con 5257. Por detrás está Jessica Castelló con 4462 puntos. El decimotercer lugar es para Lucía Sainz, con 3725 puntos. Aranza Osoro posee 3635 puntos. En tanto que los últimos lugares al Máster sería para las gemelas Sánchez Alayeto, ambas con 3410. Por ahora están afuera, Verónica Virseda (3220), Patricia Llaguno (2270), Victoria Iglesias (2325) y Claudia Fernández (2053).
Vale recordar que el acceso a torneo de maestras es individual. Ingresan las 16 mejores y luego forman duplas de acuerdo a la disponibilidad. Por ejemplo, Claudia Jensen hoy por hoy está dentro del cuadro, pero no su actual compañera, Verónica Virseda. Lo mismo ocurre con Lucía Sainz, quien actualmente hace dupla con Patty Llaguno.
En el tenis está casi todo sentenciado. Hay siete lugares para Cancún -lugar elegido para el torneo decisivo- que ya están ocupados. Aryna Sabalenka suma 8210 puntos a lo largo la temporada y le sacó buena instancia a Iga Swiatek, con lleva 6905. Coco Gauff, reciente campeona en el US Open irá como tercera y ostenta 5620 puntos. La cuarta es Lena Rybakina con 5476. Jessica Pegula también se suma al torneo final con 4700 unidades. Tampoco faltará la campeona de Wimbledon, Marketa Vondrousova, con 3661 unidades. Su compatriota, Karo Muchova, también clasificó con sus actuales 3650 puntos. La octava plaza sería para la tunesina Ons Jabeur, que posee 3595 puntos. Sólo podría ser desplazada por María Sákkari, que lleva 3130 puntos y tiene que ganar un torneo sí o sí para sumarse a ese grupo.
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